En uno de los partidos mas vistosos en lo que va del mundial, el equipo alemán goleó por 4 goles a 0 a una débil Australia de la que se esperaba algo más. Sin duda, el equipo oceánico no es el mismo que destacó en mundiales anteriores, mientras que el equipo teutón se perfila como un serio candidato a ganar la copa del mundo.
Los goles fueron anotados por Lukas Podolski (8), Miroslav Klose (26), Thomas Müller (67) y Cacau (70).
El conjunto alemán logro su primera victoria con un juego colectivo preciso y con velocidad por las bandas, destacando especialmente el trabajo de los volantes Müller y Mesut Özil, dos de los nuevos talentos de este joven equipo.
Alemania avisó con un potente remate de Klose, que el portero Mark Schwarzer contuvo con los puños, y en un segundo disparo del mediocampista Mesut Özil despejó a córner, haciendo frente con apuros a la ofensiva alemana.
Ese fue el prelúdio del gol de apertura, que nació de una perfecta jugada: Özil tocó a Müller y éste a Podolski, que la acomodó en la red de pierna izquierda.
El equipo australiano intento empezar las cosas de nuevo con algunos ataques. Los alemanes, en cambio, se veían cada vez más cómodos en el césped de Durban, asustando de nuevo a los 22 cuando Müller centró por bajo, pero ninguno de sus compañeros pudo empalmar y rematar a portería.
Ese despliegue tuvo recompensa finalmente con el segundo tanto. Tras un centro del lateral derecho Philipp Lahm, Klose conectó de cabeza a la salida del arquero, desatando nuevamente el delirio de la hinchada teutona.
El segundo tiempo mantuvo la misma tónica, con un equipo europeo cada vez más compacto y preciso en el juego colectivo, y un conjunto australiano con empuje pero sin muchas armas ofensivas.
En cambio los alemanes tenían todo a su favor, es así como Müller al minuto 68, redondeando una noche fantástica en lo individual, consiguió la precisión necesaria para vencer nuevamente la resistencia australiana, nuevamente tras una gran jugada.
El joven mediocampista eludió a un rival en el borde del área y de derecha fusiló a la raíz del palo.
Cacau, por su parte, puso el cuarto y definitivo a los 70 minutos, en una jugada a tres toques en la que Ozil volvió a ser protagonista, sellando un resultado que ilusiona a los alemanes en el inicio de su reto de conquistar, dos décadas después, la que sería su cuarta corona mundial.
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