Se jugaba el tercer minuto de descuento, el partido se veía resuelto para los eslovacos, cuando un cabezazo del jugador oceánico Winston Reid, dejo iguales las cosas en el partido, un punto para cada uno.
Los europeos no lo podían creer, habían perdido el partido en la jugada final, y por su parte los rivales gritaban con locura el gol del empate que lograron sin tanto mérito por el desenvolvimiento mostrado en el campo de juego.
El único equipo debutante de este Mundial mereció el triunfo pero no lo consiguió, y los cuatro equipos del grupo, en el que también juegan Italia y Paraguay, se encuentran empatados en puntos y goles.
Al inicio del encuentro, la selección de Eslovaquia que tenía un juego mas elaborado, se encontró con un equipo de Nueva Zelanda muy motivado y con un juego muy intenso con el que propició un inicio de partido equilibrado, en el que ninguno de los dos equipos llegó con claridad al arco de su rival.
Recién en los minutos finales, ambos conjuntos soltaron un poco los nervios del debut, y empezaron a ser más ofensivos, pero sin tener un buen final al momento de la definición.Los europeos no lo podían creer, habían perdido el partido en la jugada final, y por su parte los rivales gritaban con locura el gol del empate que lograron sin tanto mérito por el desenvolvimiento mostrado en el campo de juego.
El único equipo debutante de este Mundial mereció el triunfo pero no lo consiguió, y los cuatro equipos del grupo, en el que también juegan Italia y Paraguay, se encuentran empatados en puntos y goles.
Al inicio del encuentro, la selección de Eslovaquia que tenía un juego mas elaborado, se encontró con un equipo de Nueva Zelanda muy motivado y con un juego muy intenso con el que propició un inicio de partido equilibrado, en el que ninguno de los dos equipos llegó con claridad al arco de su rival.
Sin embargo, un cabezazo de Vittek, puso el marcador a favor de Eslovaquia al principio del segundo periodo, justo cuando la selección europea se empezaba a mostrar superior a la de Oceanía.
Los “kiwis” estuvieron mas atentos a las llegadas eslovacas y lograron controlar los ataques que recibían en ese momento, esperando una oportunidad para lograr el contragolpe.
El partido transcurría y las opciones neozelandesas parecían nulas, mientras que los europeos buscaban ampliar el marcador para poder asegurar el partido, pero sucedió lo contrario.
En la única ocasión clara para Nueva Zelanda, Reid cabeceó un centro desde la izquierda y el balón ingresó ante el asombro eslovaco y la euforia de los "kiwis".
Christian Salazar.
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