El equipo holandés se convirtió en uno de los equipos que disputará la final del Mundial a jugarse este Domingo 11 de Julio, luego de derrotar por 3 a 2 a la escuadra uruguaya que se despedirá dignamente de Sudáfrica 2010 un día antes, en donde disputará el 3er lugar del torneo ante el perdedor del España-Alemania.El cuadro charrúa dio todo de sí para ser uno de los finalistas y representantes sudamericanos en el mundial, pero poco pudo hacer cuando a falta de un par de minutos marco el segundo gol, fue una carrera contra el tiempo y el buen partido que había jugado la selección europea que clasifica justamente a la final.
Dos goles en apenas tres minutos anotados por Wesley Sneijder y Arjen Robben, a los 70 y 73 minutos, cambiaron la historia de un partido que se mostraba muy equilibrado entre las dos selecciones que llegaron a las semifinales como auténticas sorpresas.
La ventaja se hizo inalcanzable a pesar del gol final del lateral derecho Maximiliano Pereira a los 92 minutos, que dio más emoción a los últimas jugadas del partido seguido por más de 62.000 espectadores en el que los holandeses terminaron en aprietos a pesar de haber desperdiciado varias oportunidades en los pies de Robben.
La “Naranja mecánica” llegó a 24 partidos sin perder, una racha que comenzó en el 2008, y en el Mundial de Sudáfrica es la única que ha ganado sus seis compromisos. Ahora espera el desenlace de la semifinal entre Alemania y España.
Sneijder volvió a ser figura, como lo fue en el partido que ganaron de remontada a Brasil en cuartos de final.
El primer tiempo fue un regalo de fútbol con dos soberbios goles a unos 35 metros de las porterías anotados por los capitanes zurdos.
El primero, del capitán holandés Giovanni Van Bronckhorst, con un zapatazo desde la banda izquierda que se filtró en el poste de Fernando Muslera, a los 18 minutos. Y el otro de Diego Forlán que clavó en el centro de la portería a los 41, luego de recibir desde el punto central de la cancha un pase de Mauricio Victorino.
Estos dos golazos demostraron que el remate a distancia ayudado por la trayectoria irregular del 'jabulani' sería una de las claves para un partido de mucha paciencia y precaución en las jugadas.
El equipo charrúa sabia que los holandeses tenían mejor juego, por eso los celestes parecían quedarse atrás para aguantar la presión y buscar la sorpresa en cualquier momento con una entrada letal de Forlán o Edinson Cavani.
Holanda pareció tomarse su tiempo para encontrar el camino, movió sus fichas sin presión con el propósito de que Robin Van Persie se ocuparía de entretener a Diego Godín y Mauricio Victorino.
Por su parte, Kuyt, Sneijder y Robben se ocuparían de circular de la mejor manera el balón, para mantener atentos a Maxi Pereira y Martín Cáceres. El nerviosismo traicionó por momentos a los uruguayos, especialmente a los hombres que entraron a suplir bajas: Cáceres y Egidio Arévalo.
Pero la dinámica de los "oranje" no impactó, Sneijder pasó desapercibido en la primera etapa, Robben y Kuyt terminaron cargando el peso mientras Van Persie tampoco se encontraba en el campo.
El entrenador Berd Van Marjwik mostró al salir del vestuario para el segundo tiempo que tenía más dudas y preocupaciones que Tabárez: sacó a De Zeeuw y puso al madridista Rafael Van Der Vaart.
Mientras que Holanda demoraba en funcionar del todo, los uruguayos no perdian el tiempo. Cavani se tornó una seria preocupación para John Heitinga y Khalid Boulahrouz, mientras que del otro lado Joris Mathijsen y Van Bronckhorst tenían que apretar los dientes cada vez que Forlán volvía a la carga.
Otra vez Stekelenburg en el suelo para conjurar un remate franco del astro del Atlético de Madrid a los 67 minutos, y de nuevo Muslera tuvo que contener un remate que impidió a Robben anotar tras un rebote.
Y Holanda aun no conseguía fruto alguno en su juego hasta cuando Sneijder, volvió a mostrar su tarjeta de presentación con un remate envenenado que tocó piernas uruguayas y entro rasante por el lado izquierdo.
Corría el tiempo y todo parecía ahora del lado holandés, pero todavía vendría lo mejor cuando a los 73 minutos, Kuyt ganó espacio en el carril izquierdo y levantó un centro con precisión que Robben conectó en un salto que dejó sin opciones a Godin.
El balón explota en el vertical derecho de Muslera y establece el 3-1 imponente, decisivo para abrir nuevas historias para el fútbol de ambos países y los continentes que representan.
Forlán se fue de la cancha cuando se habían desvanecido las ilusiones de Uruguay de volver a una final mundialista, como la que ganaron a Brasil en Río de Janeiro, hace 60 años.
Finalmente a los 92 vino el descuento, con mas garra que juego, por parte del Maxi Pereira. Los 3 últimos minutos serían nuevamente imprecisos pero con mucha emoción, como nos tienen acostumbrados los charrúas, que lucharon hasta el final por el empate que finalmente no consiguió.
Finalmente a los 92 vino el descuento, con mas garra que juego, por parte del Maxi Pereira. Los 3 últimos minutos serían nuevamente imprecisos pero con mucha emoción, como nos tienen acostumbrados los charrúas, que lucharon hasta el final por el empate que finalmente no consiguió.
De esta forma Sudamérica cede a los europeos la posibilidad de ganar por primera vez la Copa del Mundo fuera de su continente, y de tomar ventaja en el número global de títulos, que hasta Alemania 2006 establecía nueve para cada región.
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