viernes, 4 de junio de 2010

EL FUTBOL EN SU CUNA... INGLATERRA 1966

Los inventores del deporte rey tenían que ganar el Mundial alguna vez y lo hicieron en su casa. Entre fallos arbítrales discutidos y lesiones claves, la Copa del Mundo se quedó en esta ocasión en territorio británico.

Fue un mundial polémico y discutido, Inglaterra logró el título en su casa, Wembley, con un “gol fantasma” en la final ante los alemanes y generó una gran duda alrededor del campeonato de la selección británica.

El equipo de Bobby Charlton y el capitán Bobby Moore hizo los méritos suficientes para alzarse con la Copa, pero también hubo algunas circunstancias extrañas que contribuyeron a conseguirlo. Pelé quedó fuera de carrera debido a las arteras patadas de los búlgaros y los portugueses; pero justamente los lusitanos, debutantes en los mundiales, demostraron que también sabían jugar al futbol y de la mano del genial Eusebio, el goleador del torneo con nueve tantos, se convirtieron en una máquina demoledora y lograron abrazar el tercer lugar.

Los árbitros hicieron noticia por sus bochornosas actuaciones y en los cuartos de final hubo una curiosa coincidencia que sembró más de una sospecha. El encuentro Uruguay – Alemania fue dirigido por un inglés, mientras que el partido Argentina – Inglaterra fue pitado por un juez alemán.

Los dos cuadros sudamericanos fueron eliminados y un escándalo se generó en el choque Inglaterra – Argentina por la expulsión del capitán Ubaldo Rattin, que protestó una decisión del arbitro Kreitlein.

Los aficionados que llenaban el Wembley tildaron de “animals” a los argentinos.

La final entre ingleses y alemanes, entre los que comenzaba a brillar la figura del Kaiser Franz Beckenbauer, no estuvo libre de polémicas. El partido estaba empatado 2-2 y se jugaba la prorroga para definir al Campeón cuando el británico Geoffrey Hurt remató de derecha; el balón chocó en el travesaño y rebotó con violencia sobre el césped. En ese instante todo fue confusión, los alemanes reclamaban que había botado fuera, mientras que los ingleses argumentaban lo contrario.


El arbitro suizo Dienst consultó a su juez de línea Bakhramov y el gol fue convalidado. Veinte minutos después, el mismo Hurt puso el cuarto gol para su selección y por primera vez en su historia, los inventores del futbol se coronaron campeones del mundo. En el mítico Wembley.







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