Bajo un calor inclemente y horarios imposibles que solo favorecían a las transmisiones de televisión, el fútbol se trasladó a un país donde apenas despertaba pasiones.Brasil se encargó de ponerle el sabor y el ritmo de samba a la Copa del Mundo, pero antes ocurrieron dos lamentables sucesos; la trágica muerte del colombiano Andrés Escobar, que enlutó al mundo del fútbol al ser asesinado en su país por haber cometido un autogol ante el local Estados Unidos que significó la eliminación de su selección, y el escándalo protagonizado por Diego Armando Maradona, quien dio positivo en un control antidopaje por consumo de efedrina tras la victoria de su selección por 2 a 1 ante Nigeria.
Maradona había vuelto por la puerta grande y seguía siendo el alma de Argentina, candidata de fuerza al título, hasta que sucedió lo peor. En la sombra, el diez argentino dejó atrás una brillante carrera y se despidió de los mundiales. Su equipo no fue el mismo sin él y quedó eliminado a manos de Rumania en octavos de final.
Diego Armando Maradona acompañado de la enfermera Ingrid Maria luego de dar positivo por efedrina en el Mundial Estados Unidos 94.
El Pibe Valderrama y su peculiar peinado que llamaba la atención del mundo entero.
Pero en Estados Unidos no todo fue tristeza. En los cuartos de final, Brasil y Holanda jugaron un partido para la historia. Holanda remontó un 2 - 0 en contra y a nueve minutos del final, Branco anotó un golazo de tiro libre y le dio la clasificación al Scratch.
En semifinales, el gran goleador Romario hizo el único gol ante Suecia y en el otro partido, Italia dejó atrás a la sorprendente Bulgaria de Hristo Stoitchkov, que previamente había protagonizado la gran sorpresa del Mundial al eliminar a la campeona vigente, Alemania.
En semifinales, el gran goleador Romario hizo el único gol ante Suecia y en el otro partido, Italia dejó atrás a la sorprendente Bulgaria de Hristo Stoitchkov, que previamente había protagonizado la gran sorpresa del Mundial al eliminar a la campeona vigente, Alemania.
Así, la final entre italianos y brasileños fue un partido muy cerrado. No hubo goles y tras la definición por penales, el equipo sudamericano, dirigido por Carlos Alberto Parreira, entró en la historia por todo lo alto al convertirse en el único tetracampeón mundial.
Curiosamente, las dos grandes figuras de los azzurri, Franco Baresi -quien fue operado de una grave lesión en pleno Mundial y sobre la base de coraje se repuso para alcanzar a jugar la final- y Roberto Baggio, erraron sus respectivos disparos desde los doce pasos.
De esta manera, el Brasil de Romario, Bebeto, Dunga y Taffarel, logró el “Tetra”, conquista que años mas tarde se prolongaría al ganar un nuevo Mundial.
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