El equipo italiano le dijo adiós al Mundial Sudáfrica 2010, luego de perder por 3 a 2 ante la debutante Eslovaquia en un partido intenso el cual reflejó claramente lo desgastado que se encuentra el equipo europeo y el final de un ciclo. El actual campeón del mundo es la otra decepción de esta Copa.Fue el encuentro con un final más intenso en lo que se lleva disputado del Mundial, sobre todo porque los italianos se vieron obligados a buscar con fuerza y coraje un empate en los últimos diez minutos.
Eslovaquia hizo el mejor de los partidos posibles y cualquier resultado negativo para ellos habría sido un castigo excesivo por los merecimientos que mostró sobre el terreno de juego.
La selección italiana apenas cumplió con mover el balón en el primer periodo, ya que no tuvo buen juego, ni ocasiones como para poner en apuros al ordenado equipo que entrena a Vladimir Weiss.
Eslovaquia fue un conjunto más intenso y ordenado, con más criterio a la hora de mover el balón bajo la dirección de Strba que si bien no creaban verdadero peligro, al menos rondaban el área de Marchetti.
El claro ejemplo de su intensidad en el juego estuvo en el gol, en una acción en la que Kucka se anticipó a un balón del rival y cedió en profundidad para que un disparo raso y ajustado de Vittek pusiera el 1-0 en el marcador.
El equipo italiano no daba señal de reacción, por lo que el partido llegó al descanso con una segunda ocasión para Eslovaquia en un buen disparo de Durica, con ventaja de este equipo en el marcador y con Italia momentáneamente eliminada.
El técnico italiano Marcelo Lippi, introdujo dos cambios en el descanso. Maggio y Quagliarella entraron por Criscito y Gatusso, con Pirlo, pese a no estar en su mejor estado físico tras su lesión, preparado para entrar en cuanto concluyera el calentamiento. A los diez minutos del segundo tiempo, ya estaba sobre el terreno de juego.
Sin embargo, los eslovacos siguieron tranquilos en su juego y no se impresionaron, mantuvieron el control del juego sin aspavientos y sin necesitar para ello de una aplicación que excediera a lo normal: triangulaciones, desmarques y presión, justo lo que no hacía Italia, que pese a ello tuvo una tímida opción por medio de Quagliarella y otra de Di Natale.
Pero iba pasando el tiempo y poco a poco Italia empezó a apretar, no le quedaba otra, y Skrtel desbarató en la misma línea de gol la más clara ocasión del encuentro a remate de Quagliarella, en una acción en la que el balón pudo haber entrado.
Eslovaquia dispuso de varias ocasiones en contragolpe gracias a los espacios que le dejaba la defensa italiana, pero fue en una acción en el área cuando el goleador Vittek puso en el marcador el 2-0 que limitaba mucho las posibilidades clasificatorias de Italia.
Sin embargo, el equipo italiano, a falta de fútbol, sacó el oficio y en una buena jugada ofensiva, Di Natale metió a su selección en el partido con el 2-1. En la jugada siguiente le sería anulado un gol a Quagliarella por fuera de juego.
Todavía quedaban algunas emociones pendientes, ya que el recién ingresado Kopunek hizo el 3-1 con el partido prácticamente concluido al aprovechar una picardía en un saque de banda cuando ya se cumplía el minuto 89 de partido.
En tiempo de prolongación, Quagriarella hizo el mejor gol del partido, que puso emoción en los seis minutos adicionales que se hicieron eternos para los eslovacos y de impotencia para el campeón que se marchó cabizbajo mientras los eslovacos juntaban lágrimas y abrazos sobre el césped de Ellis Park.
Con este resultado Italia queda última de su grupo en una de las campañas más decepcionantes en su historia, mientras que los eslovacos clasifican como segundos, por detrás de Paraguay que clasifica primero con 5 puntos tras su empate ante Nueva Zelanda.
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