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A la selección chilena le costó perforar la portería de Benaglio, ante una escuadra Suiza que jugó una hora con un hombre menos y que fue incapaz de disparar entre los tres palos de la portería defendida por Bravo.
Hasta la expulsión de Behrami -por una agresión a Vidal a la media hora de juego- Suiza había controlado en juego a Chile, que sólo había inquietado a Benaglio en un doble remate desde fuera del área de Carmona y Vidal que obligó a lucirse al portero helvético.
Lejos de tirarse atrás esperando una contra como hizo frente a España, el equipo que dirige Otmmar Hitzfeld se enfrentó a la superioridad chilena en la posesión del balón buscando el partido mejorando la ofensiva, empujando desde el centro del campo, presionando la salida de balón del rival.
Así frenó el ímpetu del combinado sudamericano, pero su fútbol trabado no le alcanzó para poner en apuros la meta defendida por Bravo. Con un Frei fuera de fútbol que pareció resentirse de su lesión y fue el sacrificado tras la expulsión de Behrami para dar entrada a Barnetta, y un N'Kufo muy solo arriba, Suiza no inquietó a su oponente en toda la primera mitad.
Menos aún cuando se quedó con diez. A partir de entonces, renunció definitivamente al ataque y fue una Suiza mucho más precavida, parecida a la que se enfrentó a la selección española. Sin embargo, en esta ocasión, los jugadores chilenos no se dejaron sorprender por los europeos.
Así acabó el primer tiempo: con un equipo chileno muy veloz en su fútbol por medio de Alexis Sánchez y Beausejour por las alas. Y más ofensivo empezó aún el segundo periodo, porque Marcelo Bielsa sentó en el descanso a Vidal, para dar entrada a Mark González, asimismo metió al “Mago” Valdivia por Suazo, falto de ritmo tras estar las últimas tres semanas de baja por lesión.
Chile puso como mira la portería de Benaglio. Y ésta empezó con un gol anulado a Alexis Sánchez por fuera de juego posicional, un mano a mano del propio Sánchez que no supo resolver con acierto y un cabezazo de Mark González a la salida de un córner que paso cerca.
Sin embargo, pasaban los minutos y el conjunto chileno no daba con la fórmula para perforar la portería contraria. Mientras que Suiza, cada vez se encontraba más cómoda, en su papel de equipo al que le encanta practicar ese fútbol de desgaste que tanto desespera a sus rivales.
Hitzfeld sentó a N'Kufo y dio entrada al juvenil Derdiyok, un punta de refresco, de esos que pueden anotar en una contra inesperada.
Pero esa contra no llegó y Chile encontró el premio a su insistencia a un cuarto de hora para el final. Valdivia creó un pase entre líneas para Paredes, que recogió en posición dudosa y centró desde la línea de fondo para que Mark González cabeceara a gol en el segundo palo.
Nuevamente Paredes, que había entrado hacía pocos minutos sustituyendo a Matías Fernández, tuvo dos claros contragolpes para sentenciar en la recta final del choque, pero en ninguno estuvo acertado en el remate.
De igual forma, el suizo Derdiyok tuvo en el último minuto el gol del empate en sus botas en la única jugada elaborada de Suiza durante todo el partido, pero su remate, con Bravo prácticamente batido, salió rozando el poste.
Chile logró un valioso triunfo que lo pone muy cerca a octavos de final del mundial, pero a pesar de tener 6 puntos aun debe esperar por los resultados de España y enfrentarse a la misma en la última fecha del grupo H.
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